Aunque las autoridades de los respectivos territorios han mencionado una caída sustancial de los ataques a embarcaciones, todo apunta a que esta decisión se debe al cambio en el "entorno de seguridad global" y, en especial, a la creciente "amenaza" por parte de Rusia.
El portavoz señaló además que la Alianza Atlántica estará involucrada en labores "para ayudar a la operación contra el contrabando de humanos en el Mediterráneo". Aparentemente, se trata de un traslado de fuerzas para contribuir a contener las olas de migrantes procedentes del norte de África y Oriente Próximo con destino a Europa. Algunos países miembros de la OTAN, especialmente EEUU, Reino Unido y Francia habían sido particularmente activos en esas regiones, lo que derivó en el derrocamiento de gobiernos seculares.
El investigador principal del Instituto de Problemas de Seguridad Internacional, Alexéi Fenenko, considera que este desplazamiento no representaría una grave amenaza para Rusia, pero sí forma parte de la estrategia de contención antirrusa anunciada en 2014, después del cambio de poder forzado en Ucrania y la reunificación de Crimea.
"Después de la reunificación de Crimea con Rusia, el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, habló claramente en Bucarest sobre la necesidad de resistir al creciente poder ruso en el mar Negro y la creación de un contrapeso. Una de estas medidas, agregó, sería aumentar la presión sobre Rusia en el mar Báltico, donde la posición del país es más débil. Esto era algo que debería ser aprovechado", citaba Fenenko las palabras de Biden.
En cuanto a los peligros planteados en el Báltico, el analista señaló que la seguridad de Rusia puede verse comprometida si la neutralidad de Finlandia se termina con la firma de un acuerdo de cooperación naval con la OTAN.
Por su parte, el experto militar y analista político Iván Konoválov explicó que la decisión de la OTAN de trasladar su flotilla del océano Índico probablemente tiene más que ver con tratar de presentar a Rusia como una amenaza "aún más peligrosa que la de los piratas". La maniobra es similar a la de las autoridades estadounidenses y europeas, que afirmaron previamente que Rusia representa un peligro para la humanidad equiparable al Ébola o incluso a Daesh.
Por último, Andréi Frolov, editor en jefe de la revista Export Vooruzheniy (Exportación de Armas), expresó que le parecía irónico que la Alianza hablara sobre las "amenazas" provenientes de Moscú y Pekín, mientras que todos estos años ha estado cooperando con Rusia y China en la lucha contra todos los piratas somalíes.
"Al parecer, la decisión de cerrar sus operaciones está destinada a eliminar cualquier ambigüedad", ironiza el analista.
Mientras tanto, el presidente ruso, Vladímir Putin, reiteró en numerosas ocasiones que el país eslavo no representa una amenaza para nadie y que su único objetivo es defender a su país y a su pueblo.