"Realizamos una prueba de estrés con 25 dólares el barril, un escenario, aunque poco probable, no catastrófico para el país", dijo Nabiúlina a la revista Forbes.
No obstante, advirtió, ese guión puede debilitar al rublo.
"Esto significa que continuaremos una política monetaria rígida con altas tasas que no gusta a todos", señaló.
La cotización de la moneda nacional, constató, depende mucho del petróleo.
Nabiúlina prevé que el precio del hidrocarburo oscilará en los próximos dos años entre 40 y 50 dólares.
"En nuestros pronósticos nos atenemos a un escenario conservador con un precio del petróleo que variará entre 40 y 50 dólares el barril en los próximos dos años", subrayó.
El peor escenario del Banco de Rusia augura el desplome del crudo a 25 dólares en 2017, un precio que se mantendría hasta 2019.
La previsión más optimista apunta a un aumento gradual de los precios del petróleo hasta 55 dólares el barril en 2019.