La nave dejó la base naval de Devonport el 21 de noviembre y, dos días después, hubo que recurrir a un remolcador para devolverlo al puerto. Representantes del Ministerio de Defensa británico dijeron que el barco había vuelto a la base para que pudiera ser evaluado su mal funcionamiento técnico.
En octubre, el destructor británico estaba entre los seis barcos de la OTAN que participaban en el seguimiento del grupo de ataque ruso liderado por el portaviones Almirante Kuznetsov en su ruta hacia la costa de Siria.
Duncan ingresó en el servicio activo de la 'Royal Navy' en 2013 y es el último y más novedoso destructor del proyecto Tipo 45 realizado desde el 2003.
De momento, en Reino Unido hay seis buques semejantes. Están armados con sistemas de misiles antiaéreos PAAMS, una instalación de artillería de 114 mm, cañones antiaéreos, armas antisubmarinas y antitorpedos. Duncan también tiene la capacidad de portar un helicóptero a bordo.
El incidente es el último de una serie de fallos eléctricos que han diezmado la flota del Tipo 45 y han obligado a la Armada a admitir que los seis destructores necesitan reparaciones importantes y profundas.