Según la información disponible, la aeronave habría agotado su reserva de combustible.
"La rotura del cable y el retraso en el arreglo del problema fueron el punto de partida del incidente. El piloto se vio obligado a eyectarse del aparato tras quedarse sin combustible", explicaron las fuentes.
Un caza ruso MiG-29 se estrelló en el Mediterráneo a varios kilómetros del portaviones Almirante Kuznetsov. Según el Ministerio de Defensa del país eslavo, durante un vuelo de entrenamiento se produjo el fallo técnico que propició el accidente. No se comunicaron más detalles.