Según Kyodo, podría desarrollar la infraestructura de las islas como modernizar carreteras y puertos, organizar la pesca, el procesamiento de pescado y cooperar en el sector energético, por ejemplo en la construcción de centrales geotérmicas.
Horas antes, el secretario general del Gobierno japonés, Yoshihide Suga, se negó a comentar en rueda de prensa la probable cooperación económica bilateral en las Kuriles.
Rusia y Japón técnicamente continúan enfrentados desde la Segunda Guerra Mundial; el acuerdo de paz todavía es una asignatura pendiente.
Tokio condiciona su firma a la devolución de los llamados territorios del Norte, cuatro islas del archipiélago de las Kuriles (Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai) que reclama a Rusia alegando el Tratado de Comercio y Fronteras de 1855.
Moscú, a su vez, señala que estos territorios fueron traspasados a la Unión Soviética en virtud de los acuerdos internacionales y que Rusia asumió la soberanía de los mismos como sucesora legal de la URSS.
Japón empezó a plantear con especial insistencia este tema durante los últimos meses en relación con la próxima visita del presidente ruso, Vladímir Putin, fijada para el 15 y el 16 de diciembre próximo.