Tanto Kiev como Varsovia se han pronunciado en contra de la realización del proyecto, pues temen quedarse sin los aranceles cobrados por el tránsito del gas ruso, señala el periódico austriaco.
Polonia, por medio de su regulador antimonopolio, prohibió a la compañía austriaca OMV y a otros cuatro consorcios energéticos, crear una alianza comercial junto a la empresa rusa Gazprom. Sin embargo, en Austria encontraron una posible solución: OMV, junto a Shell, Wintershall, Uniper y Engie podrían financiar el proyecto por medio de capitales prestados.
Kiev, por su parte, ha mostrado su preocupación por el hecho de que el gasoducto generará "un crecimiento muy severo" de la influencia de Rusia en Europa. Por esta razón, ha llamado a la Unión Europea, a la Comisión Europea y al parlamento europeo a no permitir la construcción de gasoductos que no pasen por Ucrania.
Anteriormente, el vicepresidente de Gazprom, Alexandr Medvédev, señaló que una negativa al Nord Stream 2 sería un "fracaso para Europa". Por su parte, Serguéi Lavrov, canciller ruso, llamó a no politizar un proyecto que tiene un carácter meramente comercial.
"El #NordStream2 destruirá a Europa, más allá de que sea construido o no" https://t.co/NB2Oi4Cym8 pic.twitter.com/MSsxGLxTuk
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 30 октября 2016 г.
El proyecto Nord Stream 2 prevé construir dos tuberías de gas con una capacidad total de 55.000 millones de metros cúbicos anuales que se extenderán por el fondo del mar Báltico desde la costa rusa hasta Alemania.
