Un grupo de jóvenes rusos decidió que la intensa nevada en pleno otoño no era una razón para desanimarse y se inventó una nueva manera de practicar el snowboard en medio de la ciudad. Para ello hizo falta la ayuda de una camioneta.
Sin embargo, la diversión de los deportistas extremos no duró mucho, dado que las autoridades locales llegaron rápidamente al lugar y les cortaron las alas. Los jóvenes pueden sufrir una sanción administrativa por la práctica de su deporte preferido, puesto que no está permitida la entrada de vehículos en la plaza donde se halla el Museo Hermitage.