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El periodismo en México llora la muerte del dibujante Rogelio Naranjo

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CIUDAD DE MÉXICO (Sputnik) — El dibujante Rogelio Naranjo, uno de los más grandes caricaturistas en la historia del periodismo crítico en México, falleció a los 79 años, y el semanario dominical Proceso, la revista política más contestataria del país, le ha rendido un homenaje.

"Frente al poder, el tiempo le da la razón", tituló un texto del jefe de la sección cultural de la revista, Armando Ponce, que reseña el riesgoso ejercicio de criticar al máximo poder en México, los presidentes.

​En una de sus escasas entrevistas ofrecidas para comentar su último libro, Naranjo dijo: "A mí me tocó la época, quizá la mitad de mi vida profesional, en que no se permitía dibujar al presidente, era muy peligroso".

A última hora de este viernes, apenas pasado el 40 aniversario de la emblemática revista que ayudó a fundar, con Julio Scherer al frente y el escritor Vicente Leñero como subdirector, comentó ante su deceso: "Creo que yo sigo, ¿no?", dijo entonces, presintiendo el infarto que mataría al dibujante, galardonado con el Premio Nacional de Periodismo, entre otros.

En el prólogo del libro "Los presidentes en su tinta", el mítico periodista Scherer escribió del dibujante: "No hay muchos como él", quien firmaba su cartón semanal simplemente como Naranjo, una especie de editorial ilustrado de la revista.

"Su trabajo me llevó a Palacio y ahí contemplé a políticos despreciables", escribió el desaparecido periodista libertario, formador de generaciones al describir sus dibujos de los presidentes desde los años 1960, en su "dureza hasta el crimen sin límite", la "pretenciosa mediocridad", los "descaros y el remate de la dignidad", o el "liderazgo fantasmal" de los personajes trazados.

"El punzante e infatigable caricaturista que retrató al poder en todas sus formas durante medio siglo", que con finos trazos supo "capturar la muerte en múltiples ocasiones y nunca se amilanó ante ella".

Maestro de la caricatura política

Naranjo también trabajó para el centenario diario El Universal que lo definió como "el artista y maestro de la caricatura política en México por casi medio siglo", poseedor de una de las plumas más finas y certeras, ganador de primeros lugares en las bienales de Cuba y Nicaragua, así como en el certamen del World Press Cartoon.

El periódico también reprodujo un perfil trazado por Scherer: "Hombre de batallas en la soledad, espíritu libre, caricaturista sorprendente, no se ha confundido en la tarea de tantos años".

"Ha errado el tiro, por supuesto, pero ha tenido la mira bien puesta a la hora de disparar contra personas llamadas a la responsabilidad más alta y ayunos del deber cumplido", dice el obituario basado en un texto de enero de 2013.

Naranjo también creó una obra como retratista de artistas, escritores y personajes de la cultura y una gran parte de su acervo de más de 12.000 cartones fue donado por él mismo a la Universidad Nacional Autónoma de México en 2011.

El trabajo periodístico de ese matutino indica que los dibujos del artista mordaz y creativo, lograba "atrapar con la tinta negra la esencia de un personaje, condensar en un cartón ese sentimiento que es mezcla de frustración, dolor y sorpresa provocados por ciertas noticias, y convertir la caricatura en material político".

Naranjo se suma a los grandes del periodismo que han partido: "Desde la década de los sesenta, en plena edad de oro del autoritarismo mexicano, Naranjo formó junto con Eduardo Rius y Helioflores, una especie de santísima trinidad o trilogía del gran cartón político".

En su trabajo, describió como pocos "la tragedia de la sociedad mexicana y retrató los excesos hasta autoparodia de la élite que ha gobernado este país", puntualizó el adiós del diario.  

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