"Su aceptación no va a ser unánime, como tampoco lo fue en el primer acuerdo, pero esperamos que la base de apoyo que recoja lo haga más sólido", dijo De la Calle en su discurso en el Palacio de las Convenciones, en La Habana, donde también se pronunció el jefe negociador de paz de las FARC, alias 'Iván Márquez'.
De acuerdo con De la Calle, el nuevo acuerdo contempla que durante el término de la dejación de armas, las FARC presentarán un inventario de bienes y activos para destinarlos a la reparación material de las víctimas.
Asimismo, destacó que en cuanto a la Jurisdicción Especial para la Paz (por medio de la cual se juzgará a todos los actores del conflicto armado interno) se precisaron de manera concreta las características y mecanismos de la restricción efectiva de la libertad, luego de atender las sugerencias que al respecto hicieron quienes se opusieron al primer acuerdo de paz, firmado por el Gobierno y las FARC el pasado 26 de septiembre.
Dentro de las varias modificaciones de que fue objeto el acuerdo inicial de paz, y que podrá ser consultado en su totalidad en los próximos días a través de páginas web estatales (entre ellas, www.mesadeconversaciones.com.co), el funcionario destacó que se eliminarán los magistrados extranjeros pero se aceptará la presencia de expertos extranjeros para rendir conceptos sobre los casos que se tramiten.
Asimismo, señaló que "sobre el tema de la conexidad del narcotráfico con el delito político, el acuerdo es que los magistrados tendrán en cuenta caso a caso la jurisprudencia de las cortes colombianas".
De la Calle precisó que el enfoque de género, uno de los puntos de mayor debate por parte de los opositores al primer acuerdo, fue también precisado en el nuevo acuerdo, y que el mismo "supone reconocer que el conflicto ha impactado de manera diferenciada a la mujer y que, en consecuencia, se requieren acciones distintas y específicas para restablecer sus derechos".
Finalmente, dentro de las varias modificaciones que anunció, el jefe negociador de paz del Gobierno colombiano destacó que el nuevo acuerdo precisa "de manera concreta las características de la cooperación" que darán las FARC y otros actores del conflicto para combatir el problema mundial de la droga.
Destacó que desde un comienzo "las FARC se comprometieron a romper todo vínculo con él y a cooperar en la superación de ese fenómeno", pero ahora quedó definido de qué manera lo harán.
Aunque un primer acuerdo de paz fue firmado por las partes el pasado 26 de septiembre en el balneario turístico de Cartagena, en el norte de Colombia, la implementación del mismo se encontraba detenida luego de que el domingo 2 de octubre, a través de un plebiscito, el 50,21% de los colombianos votó "No", en contra de los mismos, mientras que el 49,78% los respaldó a través del "Sí".
El Gobierno y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) desarrollaron una mesa de diálogos por cerca de cuatro años en La Habana con el objetivo de poner fin a una confrontación armada de más de medio siglo de existencia, pero ante el triunfo del "No" fue necesario sentarse de nuevo a la mesa para atender las peticiones de los sectores que rechazaron el primer acuerdo.
Ahora resta por definir si el nuevo acuerdo firmado este sábado será refrendado a través de un nuevo plebiscito o si pasará por sanción del Congreso, una iniciativa que al parecer es la que más respalda el Gobierno luego del traspiés sufrido en las urnas el pasado 2 de octubre.
El conflicto armado colombiano, que ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, agentes del Estado y grupos narcotraficantes, es el más antiguo del continente y ha dejado unos ocho millones de víctimas, así como 300.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados, según reportes oficiales.
