El Gobierno estadounidense aprobó en 2014 sanciones contra Rusia por su supuesto papel en la crisis ucraniana.
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Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto que vive Ucrania, donde las tropas gubernamentales se enfrentan a las milicias de las provincias Donetsk y Lugansk.
Los dos territorios se proclamaron repúblicas populares en respuesta al cambio de poder violento que se produjo en Kiev en febrero de 2014.
Sin embargo, subrayó, "cada vez más países comprenden quien incumple estos acuerdos".
Los documentos de Minsk estipulan la retirada de las armas pesadas de la línea de separación entre las tropas ucranianas y las milicias, el otorgamiento de un estatus especial a Donetsk y Lugansk y la celebración de elecciones en ambos territorios.
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Hasta la fecha el régimen ucraniano no ha realizado las reformas constitucionales para cumplir con sus compromisos.
