Este índice ha estado está cayendo durante siete meses consecutivos y por el momento se ha rebajado hasta los niveles de febrero de 2015. En cifras anualizadas, la caída se calcula en un 15 por ciento, es decir 290.000 toneladas menos.
El alza de las importaciones de cobre de China en el pasado mantenía los precios de este metal en un nivel estable. La baja constante de las ventas alarmó a los comerciantes y productores.
Este año China ha adquirido unos 10 millones de toneladas de este metal, mientras el índice mundial de las compras es de 22 millones de toneladas.
China ocupa un 36 por ciento de las importaciones mundiales y es el líder global en consumo del cobre. A día de hoy, Pekín logró acumular reservas enormes de este mineral, que le permiten mantener el equilibrio entre la demanda y el consumo incluso durante la caída de importaciones.
"La acumulación estratégica de recursos es una cuestión de seguridad nacional. Y la mejor manera de acumular las reservas es cuando los precios mundiales son bajos. […] Por lo tanto, China acumuló una cantidad grande de las reservas estratégicas de cobre, que serán muy útiles cuando el precio aumente", declaró el jefe del Centro de la economía global del Instituto chino para los estudios de las relaciones internacionales contemporáneas, Chen Fengying.
Aunque el mercado global está cada vez más preocupado por la estabilidad de la demanda de cobre por parte de China, no hay duda de que el gigante asiático seguirá siendo el consumidor principal de este metal.
