Ambos no se disculparon por el inesperado resultado de las elecciones, según Politico.
"Dicen que no han hecho nada malo, pero es ridículo", dijo a su vez al periódico una de las personas de confianza de Clinton.
Los consejeros explicaron a Clinton que perdió la campaña debido en gran parte al hecho de que el jefe del FBI, James Comey, reabriera —a tan solo diez días antes de los comicios— la investigación sobre el uso de un servidor privado para la correspondencia confidencial de trabajo cuando ella fue secretaria de Estado.
"Recibió de regalo a un idiota total, que dice chorradas y odia a las mujeres, pero igual perdió. Perdieron la campaña en la que deberían haber ganado con toda la claridad", indica Politico citando a uno de los aliados antiguos de Clinton.
Anteriormente se informó que Podesta admitió la impotencia del equipo de Clinton, lo que demostró su correspondencia confidencial filtrada por WikiLeaks.