"Los enemigos de Afganistán, que están en contra de todas las leyes internacionales y humanas y están cometiendo crímenes contra la humanidad atacando lugares públicos y diplomáticos, deben darse cuenta de que este acto no debilitará la voluntad de Afganistán y Alemania en su lucha contra el terrorismo", destacó Ghani en una declaración citada por la televisión Tolo News.
El ataque se saldó con cuatro muertos y, según diversos medios, entre 115 y 119 heridos, en su mayoría alcanzados por fragmentos de cristales que reventaron con la onda expansiva.
La agencia de noticias afgana Pajhwok, que cita a funcionarios locales, afirma que ninguno de los diplomáticos o agentes de seguridad alemanes se vio afectado. Anteriormente, el mismo medio mencionó que entre los heridos se encuentra el embajador afgano en Tayikistán.
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El Movimiento Talibán reivindicó la autoría del ataque al afirmar que es una represalia por el bombardeo en la provincia de Kunduzdonde el 3 de noviembre murieron más de 30 civiles.