Hay varias redes criminales que actúan en la frontera entre el Líbano y Siria, según comentó a Sputnik Gada Jabur, la encargada de la lucha contra la trata de mujeres de la organización KAFA.
La experta subrayó que la razón principal de la explotación sexual de mujeres son las graves condiciones económicas en las que viven los refugiados. Se les empiezan ofreciendo buenas condiciones laborales, después de lo cual las mujeres secuestradas 'muerden el anzuelo' de los delincuentes y son obligadas a prostituirse.
Según Jabur, cuando las autoridades policiales logran clausurar un burdel clandestino, las chicas secuestradas son arrestadas por el cargo de prostitución, mientras que los secuestradores y organizadores del prostíbulo se escapan. Así, las mujeres se convierten en víctimas por partida doble, ya que no son capaces de demostrar que estaban trabajando de manera forzosa.
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"Creo que no deben incurrir en responsabilidad penal, y el Gobierno tiene que ayudar a estas personas y darles alojamiento, medicinas gratis, salarios y educación para que tengan con qué empezar una nueva vida", concluyó Jabur.