¿Qué les espera a la OTAN y al Pentágono tras la victoria de Trump?

EEUU, como toda gran potencia, está guiada por su propia inercia geopolítica, razón por la cual cualquier cambio exige tiempo y esfuerzo. En ese sentido, Trump tendrá dificultades, por ejemplo, para cambiar las políticas en cuanto a las bases militares, explica Alexandr Jrolenko, columnista de Rossiya Segodnya.

Sin embargo, en su campaña electoral, Donald Trump prometió cambios en las relaciones con Rusia, con los países de Oriente Próximo, con China y con instituciones del propio país. Pero, ¿qué cambios podrá realizar de forma efectiva el nuevo presidente de Estados Unidos?

El Pentágono y la OTAN

"El desarrollo de las Fuerzas Armadas, así como la elaboración y la ejecución de sus estrategias, son definidas por una base económica, funcionan basadas en los intereses económicos del país. Por eso, el Pentágono y la OTAN seguirán siendo instrumentos prioritarios para EEUU", explica el experto.

El presidente electo Donald Trump no puede librarse de los cuatro pilares fundamentales del poder norteamericano: el Ejército, los bloques militares, la economía y los valores. Pero puede elegir sus prioridades. Sin embargo, el liderazgo de EEUU a nivel mundial se encuentra en la cuerda floja, teniendo en cuenta las relaciones con Rusia y China, los problemas en Oriente Próximo y África, la carrera nuclear de Corea del Norte contra sí misma y la preocupación por el futuro del Ártico.

Por todo lo anterior, aunque Trump se haya mostrado escéptico con respecto al papel de la OTAN, difícilmente la Casa Blanca pensará en 'matar' "a la gallina de los huevos de oro", opina el columnista.

Europa y Oriente Próximo

Los cambios en Europa también se harán esperar, considera Jrolenko. A pesar de que las bases militares de EEUU en Europa generan controversias y poco a poco se vuelven innecesarias —EEUU puede lanzar hacia cualquier lugar del mundo a sus tropas—, Washington se dejará guiar por su pragmatismo y no abandonará a sus aliados de la OTAN, quienes además compran armamento norteamericano alegremente.

En Oriente Próximo tampoco se espera un cambio radical, opina el analista. Años de explotación petrolera y guerra en esta región hacen imposible que EEUU retire sus tropas de allí. "En Oriente Próximo no respetan a los hombre de negocios desarmados", ironiza el columnista.

Más allá de lo que opine Trump, la situación está muy enredada, teniendo en cuenta los acuerdos de EEUU con Rusia para el desarme de Irán, los intereses de Washington y Moscú en Siria, entre otros factores. Por lo que Trump tendrá que desenredar la situación antes de lograr un cambio significativo.

El Pacífico y el Sudeste Asiático

La misma situación se repite en la región del Sudeste Asiático, donde EEUU ha demostrado su influencia, celebrando ejercicios militares conjuntos con Japón, Corea del Sur y otros países. Las razones son obvias: enormes reservas de gas y petróleo, y un comercio marítimo que mueve más de 5 billones de dólares al año.

La situación en el mar de la China Meridional se encuentra en uno de sus peores momentos, y los más pesimistas creen que cualquier acción brusca puede devenir en una guerra entre China y países como Taiwán, Japón y Filipinas, a los que EEUU ha prometido defender en caso de conflicto. "En este campo, Trump también se verá afectado por la inercia geopolítica y los rompecabezas orientales", dice el experto.

"Victoria de #Trump permite a #EEUU mejorar relaciones con otros países" https://t.co/gHOuhSMTcn pic.twitter.com/ZXHpbSvq0B

— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 9 ноября 2016 г.

​"De este modo, a pesar de que Trump es un líder poco convencional, los intereses económicos de EEUU y su estrategia de 'expansión controlada'  no permitirán al 45° presidente de los EEUU cambiar significativamente las políticas en cuanto a bases militares y las líneas políticas de la potencia norteamericana", concluye Jrolenko.