Un grupo de 18 artistas y voluntarios de la Asociación Cultural y de Cooperación Internacional Pallasos en Rebeldía, junto a la cirquera Kanbahiota, jóvenes de la localidad de Rivas Vaciamadrid y la asociación Human Supporters integran la expedición.
Trece de sus miembros son chicas y chicos de Rivas que participan en un campo de trabajo que empezó el 28 de octubre y acabará mañana.
Ya estamos en Cisjordania, alzando nuestra carcajada irreverente frente al muro genocida de Israel. #RisasContraMuros #FreePalestine pic.twitter.com/v7PoJ012Sy
— Pallas@s en Rebeldía (@en_rebeldia) 28 de octubre de 2016
La caravana recorrió ciudades palestinas como Nablus, Ramala y Belén y los campos de refugiados de Balata, Askar y Al Amari, en Cisjordania.
Los voluntarios de la expedición mantuvieron encuentros con jóvenes palestinos, llevaron a cabo talleres o proyecciones y crearon "un espacio de integración y comunicación que supere el aislamiento impuesto por Israel en los territorios (palestinos) ocupados", explicaron.
La asociación gallega "Pallasos en Rebeldía" ha actuado en Palestina en numerosas ocasiones.
Crónica de la caravana "Palestina Libre y Feliz". En Nablús, honrando con sonrisas a nuestr@s muert@s en la lucha.https://t.co/DUi9fLuNRo
— Pallas@s en Rebeldía (@en_rebeldia) 31 de octubre de 2016
El primer festival de payasos, el Festiclown Palestina, tuvo lugar en el 2011, aunque su principal impulsor, el payaso Iván Prado, ya había estado antes en tierras palestinas, especialmente en Gaza.
"Más allá de mi capacidad artística está el lugar que ocupa el payaso, que se creó para cuestionar a la autoridad y es un chamán de la alegría, una especia de sacerdote de la esperanza", declaró Prado.
"El payaso es un Papa Noel, un casco azul de la humanidad, algo atávico, esto lo he vivido en Palestina, en el Sáhara, el Líbano, en las favelas de Río de Janeiro, en comunidades indígenas de Brasil, en Chiapas", señaló el payaso.
"Respondemos a un lenguaje universal y a una expresión ancestral del ser humano, a la necesidad de alquimizar los dolores en esta vida a través de la risa y de la alegría", subrayó Prado, que considera Palestina como "un lugar de luz".
Los payasos y acróbatas actuaron en escuelas de Nablus para alegrar a los más pequeños, pero también llevaron sus espectáculos a un centro de ancianos en Nablus y a otro de jóvenes discapacitados en el campo de refugiados de Al Amari.
"Elegimos este campo porque ya estuvimos aquí y ha tenido históricamente una gran opresión por parte de la ocupación israelí, la población infantil y juvenil tiene una gran necesidad", comentó Abraham Pavón, portavoz de Pallasos en Rebeldía.
"Nosotros, como payasos, tenemos la risa como arma para luchar contra la ocupación y podemos aportar un poquito para que tengan un día diferente, a través de la risa podemos llegar a toda la población del campo, que sufre las incursiones militares, el hacinamiento, la falta de lugares donde poder jugar", indicó Pavón, payaso y trapecista.
Los ya veteranos de las expediciones a Palestina, como Pavón, detectaron este año una tensión añadida en algunos campos de refugiados, especialmente en la zona de Nablus, donde en los últimos meses se produjeron enfrentamientos entre habitantes de los campos y policías de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Los más pequeños disfrutaron este año de los espectáculos de payasos y acróbatas y también de los talleres y actividades lúdicas que les organizaron los jóvenes de Rivas.
"Hemos venido a acompañar a Pallasos en Rebeldía y a apoyarlos con nuestras actividades porque creemos en la libertad del pueblo palestino", dijo Carlos Blanquer, de 25 años y uno de los 13 jóvenes que participaron en el campo de trabajo de la caravana, financiada por el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid.
