La campaña de Trump ya ha abonado más de cinco millones de dólares a la empresa Cambridge Analytica, registrada en Londres. Analizando los perfiles de los ciudadanos, los especialistas de la compañía emplean diversas técnicas para convencer a los estadounidenses de votar por el candidato republicano.
Así, gracias a una encuesta publicada en redes sociales como Facebook, los analistas reúnen los datos y agrupan a las personas según los tipos de personalidad. Miden la conciencia, la extraversión, la apertura, la inestabilidad emocional, etc. Luego se utilizan más parámetros, entre los que figuran las tendencias políticas de los sujetos o sus programas de televisión favoritos.
De ese modo descubren la mejor manera de dirigirse a la persona concreta para que vote por Trump.
"Podemos combinar estos datos con las 'cookies' para entregar a la gente anuncios a través de medios sociales o digitales, o podemos sincronizar estos datos con la información que obtenemos de lo que ven en televisión, (…) entonces podemos hacerles llegar mensajes durante esos programas", comentó a CNN el presidente ejecutivo de Cambridge Analytica, Alexander Nix.
Por su parte, la campaña de Donald Trump no ha hecho comentarios al respecto.
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Sin embargo, esta no es la primera vez que un candidato republicano utiliza esta tecnología para influir en los votantes. Así, la empresa también trabajó con un correligionario de Trump, Ted Cruz —quien pagó a Cambridge Analytica casi seis millones de dólares—, pero esta colaboración no le aseguró apoyo suficiente como para convertirse en el candidato republicano a la Presidencia de EEUU.
