El valor de la palabra dada: Roscosmos no rechaza lanzar un satélite ucraniano

Las partes rusa y ucraniana siguen negociando el lanzamiento del satélite de comunicaciones Lybid, acordado para 2011 pero aplazado varias veces por los problemas financieros del socio ucraniano.

El satélite de comunicaciones fue creado por la empresa canadiense MDA a petición de la Agencia Nacional Espacial de Ucrania en 2009, y su lanzamiento desde el cosmódromo ruso de Baikonur estaba previsto para 2011. El cohete portador debía ser el Zenit, producido por la empresa ucraniana Yuzhmash.

Sin embargo, el lanzamiento siguió aplazándose hace cinco años debido a los problemas financieros de Yuzhmash. Durante este período, el satélite ha estado almacenado en Rusia. Roscosmos se encargó de los trabajos de conservación necesarios para mantener el aparato a punto para su eventual uso.

"[En Roscosmos] seguimos almacenando el satélite ucraniano Lybid. Negociamos las cuestiones del motor para el cohete [Zenit] y del propio lanzamiento", comentó a los periodistas el director general de la empresa rusa, Ígor Komarov, citado por RIA Nóvosti.

Con el trasfondo de las tensiones políticas ruso-ucranianas desatadas tras el cambio violento del poder en Kiev en 2014 y los sucesos posteriores —la adhesión de Crimea a Rusia y el conflicto armado en el este de Ucrania, del cual Ucrania suele responsabilizar a Moscú que, por su parte, niega su implicación—, surgieron dudas sobre el cumplimiento del contrato.

El medio ruso Vzglyad entrevistó a varios expertos en temas espaciales para conocer si hay de qué preocuparse en cuanto al lanzamiento 'atrasado' del Lybid.

"En Rusia actualmente hay dos cohetes portadores Zenit. Uno de ellos está programado para lanzar el Lybid", destacó el científico de la Academia de Cosmonáutica de Rusia, Ígor Marinin.

En cuanto al coste, el experto cree que "las partes llegarán a un acuerdo, ya que afecta al ámbito de los negocios, que tiene sus propios mecanismos para solucionar los problemas, como los pagos por adelantado".

Esta opinión la compartió otro miembro de la Academia, Andréi Iónin.

"Los actuales gestores de Roscosmos son muy astutos en temas financieros y saben evitar gastos innecesarios. En este sentido, en cualquier caso, Rusia no perderá dinero con este contrato".

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Por su parte, desde Roscosmos se negaron a dar una fecha concreta para el lanzamiento, así como a estimar su precio total.