En Uruguay, la iglesia y el Estado están separados desde 1918. El proceso de secularización de la sociedad hizo perder muchas efemérides religiosas, como el Día de los Santos, que antes congregaban a las personas, explicó a Sputnik Elizabeth Onega, antropóloga y profesora en la Universidad de la República de Uruguay.
"Hay una apropiación de la sociedad de esos festejos y ya perdió el sentido que tenía con las cosechas o su posible relación con una creencia. Está más que nada vinculado con la necesidad de fiestas", precisó Onega.
En Colombia, la fiesta está lo suficientemente arraigada como para que el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y alimentos emita un comunicado para instar a los padres a extremar los cuidados en los dulces que comen sus hijos. Pero la entidad también instó a controlar la calidad de los productos cosméticos y otros elementos, como lentes de contacto.
Una encuesta realizada en 2016 por la Federación Nacional de Comerciantes de Colombia (Fenalco) revela que, para este año, un 62% de los colombianos tenía planeado celebrar Halloween. De ese total, un 35% tiene previsto disfrazarse y un 78% lo hará con sus hijos. La costumbre también se extiende a las mascotas: en 2015, un 28% de quienes tienen perros, los vistieron con atuendos temáticos. Asimismo, un 81% de los encuestados aseguró comprar caramelos para entregar a los visitantes.
El origen de la fiesta de #Halloween que no tiene nada que ver con #EEUU https://t.co/xmsiPoalhw pic.twitter.com/Q5WZzRmBSu
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 30 октября 2016 г.
Perú también festeja Halloween, pero con una particularidad. En ese país, desde 1944, el 31 de octubre es el Día de la Canción Criolla. Por eso, se mezclan las celebraciones de Halloween con la fecha observada localmente. El resultado es el híbrido 'Crioween': una celebración que combina la noche de brujas con elementos del folclore local. Esto se ve especialmente en algunos disfraces y fiestas, que incluyen atuendos criollos o algún elemento que evoca a la cultura vernácula.