Hace un mes el Departamento de Estado norteamericano había autorizado a las familias de sus diplomáticos regresar a Turquía, de donde fueron evacuadas tras la intentona golpista que se produjo en julio en el país otomano.
"El Departamento de Estado tomó la decisión basándose en datos de seguridad que indican que los grupos extremistas continúan sus acciones para atacar a los ciudadanos estadounidenses que residen en Estambul", indicó el organismo en un comunicado.
Pese a la autorización a las familias de otros diplomáticos para permanecer en Turquía, el departamento diplomático advierte a sus ciudadanos que los viajes a la nación otomana siguen siendo peligrosos por el aumento de la amenaza terrorista, en particular en el sudeste del país.