"Los miembros del Consejo de Seguridad condenan de la forma más seria el ataque con morteros lanzado el 28 de octubre contra la embajada rusa en Damasco, Siria, que ocasionó considerables daños materiales", dice el documento.
Con anterioridad el Ministerio de Exteriores ruso comunicó que la sede diplomática sufrió daños materiales tras un ataque de las fuerzas antigubernamentales sirias.
El ataque no causó daños personales. Moscú declaró que espera la reacción internacional ante lo sucedido.
La embajada rusa en Damasco ya fue atacada con fuego de mortero el 3 de octubre, tras lo cual la representación permanente de Rusia ante la ONU presentó un proyecto de declaración que condena el ataque.
Sin embargo, EEUU bloqueó el proyecto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Siria vive desde 2011 un conflicto en el que el Ejército gubernamental se enfrenta a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y Frente al Nusra (actualmente, Frente Fatah al Sham), ambas proscritas en Rusia y otros países.
Desde su comienzo, la guerra en Siria provocó entre 300.000 y 400.000 muertos, según altos cargos de la ONU.
A la vez, un estudio reciente de Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias rusa sitúa en 105.000 el total de los sirios muertos en el conflicto, entre ellos 45.000 militares y milicianos, 24.000 terroristas y 36.000 civiles, de los que la mayoría murieron a manos de los yihadistas y combatientes de la llamada 'oposición moderada'.
