"La dinámica política exterior rusa es una clara señal al mundo de que Rusia cambia y también deben cambiar sus relaciones con el mundo, estamos por alcanzar un nuevo nivel de estas relaciones y necesitamos nuevas reglas del juego o fortalecer las que quedan, que se respetan cada día menos", señaló en los márgenes de las reuniones del Club Internacional de Debates Valdái.
Preguntado si el mundo necesita una política rusa tan activa, el experto contestó que la podría necesitar solo en otras condiciones institucionales, como las de formar Rusia, EEUU y China un G-3, donde los problemas se debatirían sin recurrir a amenazas basadas en la superioridad militar.
También dijo ver solo "táctica, pero no estrategia", agregando que "la táctica es buena y denota fuerza", pero si no tiene por base una economía fuerte, "será de corto plazo, será manifestación de una voluntad política, pero no de la fortaleza del país".