"Lo primero que es importante destacar es que es un sistema regresivo que recorta derechos. Es inconstitucional porque no da garantías de que no pueda ser vulnerado", dijo a Sputnik el experto en informática Vladimir di Fiore Prieto, consultor argentino en comunicaciones y 'software' libre.
Con el nuevo sistema solo los ciudadanos con "saberes" en informática y con conocimiento del lenguaje con que está programada la máquina tendrían capacidad de auditar, señaló.
Con el voto electrónico se confecciona una "caja negra", en la cual ni las autoridades ni el elector saben cómo se computa el sufragio, indicó el especialista. Por este motivo, precisó que la verificación del voto puede ser "saboteada".
Si se puede alterar el voto, es posible también hacer que el sistema lo verifique de forma incorrecta. Está demostrado que con determinadas aplicaciones del teléfono móvil se puede ver qué votó alguien, cambiar su voto o incluso anularlo, dijo di Fiore Prieto.
"Tras la media sanción del proyecto, los legisladores propusieron prohibir el ingreso de celulares al cuarto oscuro [donde se realizan las votaciones]. Si la seguridad del sistema depende de que nadie entre con un celular, estamos en un problema", expresó el especialista.
Para él, este nuevo sistema es más fácil de controlar, por eso considera que implantarlo es un intento de mercantilizar y privatizar la democracia. La empresa encargada de hacer las máquinas pasa a tener entonces un "papel central", dijo.
Los países de la región que tienen automatizado al 100% su sistema electoral son Brasil y Venezuela. Pero conservan la "emisión" en papel. Incluso en Brasil se suelen hacer "torneos de seguridad" para intentar encontrar las vulnerabilidades en el sistema, explicó el consultor argentino.
Además, según di Fiore Prieto, la mayoría de los países que aplicaron este sistema dieron marcha atrás. "Alemania lo considera inconstitucional por no poder garantizar el debido proceso", indicó.