Los medios occidentales admiten de mala gana el hecho de que los acuerdos alcanzados entre Moscú y Washington sobre el arreglo del conflicto sirio, fracasaron a causa de la "renuencia" de EEUU de dividir a los islamistas radicales de los representantes de la "oposición moderada", señala el autor.
"De hecho, al reconocer que los grupos militantes respaldados por Occidente son indistinguibles e inseparables de las organizaciones terroristas, incluyendo Al Qaeda y Frente al Nusra, EEUU admite que está armando y equipando a los propios terroristas intencionadamente", explica el autor.
Durante los últimos veinte años, Washington invadió varios estados del mundo bajo distintos pretextos, mientras que perseguía un único objetivo: destruir a las autoridades soberanas para establecer la supremacía norteamericana.
"A partir de 1991, el objetivo de la intervención de EEUU por todo el planeta ha sido establecer una profunda hegemonía global antes de que alguna otra potencia mundial sea capaz de equilibrar la dominación geopolítica estadounidense", opina Joseph Thomas.
"El mundo debe rechazar las diversas excusas de Washington para intervenir en Siria, exponer la verdad de su participación (y su responsabilidad) en el conflicto y oponerse a EEUU con respecto a su patrocinio estatal a las organizaciones terroristas", asegura Thomas, quien también considera necesario que la comunidad internacional se involucre en conseguir un "abrupto final" para el propio conflicto y el reciente "despegue" de EEUU.
"La paz y la estabilidad mundiales dependen de poner fin a esta toma de poder global de varias décadas", concluye el autor.