En abril del año pasado, en Alemania estalló un escándalo de "espionaje", después de que varios medios informaran que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU utilizó tecnología alemana con el fin de espiar a varios políticos de Francia y Austria y a grandes corporaciones europeas.
El exjefe del BND, Gerhard Schindler, presentó la dimisión y como sucesor fue designado Bruno Kahl, director de un departamento del Ministerio de Finanzas.
Según el proyecto de ley aprobado hoy, el Bundestag instituirá una comisión de dos jueces y un abogado, facultados para autorizar la escucha basada en el uso de palabras clave para detectar la información requerida, método que se utilizó para espiar a diplomáticos y altos funcionarios.
El documento estipula asimismo prohibir el rastreo de países de la Unión Europea, sus ciudadanos e instituciones, salvo en casos de supuesta actividad terrorista.