"Rusia tiene derecho a actuar en las aguas internacionales, pero las fuerzas navales de la OTAN planean vigilar sus buques a medida que avanzan al Mediterráneo", dijo la fuente a RIA Novosti.
Una escuadra de la Flota rusa del Norte integrada por el portaaviones Admiral Kuznetsov, el crucero lanzamisiles de propulsión nuclear Pyotr Velikiy (Pedro el Grande), los buques antisubmarinos Severomorsk y Vice Admiral Kulakov y varias embarcaciones de apoyo logístico, partió el 15 de octubre rumbo al noreste del Atlántico y el Mediterráneo.
Tiene un desplazamiento de 55.000 toneladas, velocidad máxima 29 nudos, autonomía 8.000 millas náuticas, 1.960 tripulantes y capacidad para alojar más de 50 aeronaves, entre ellos los aviones Su-33, Su-25, así como los helicópteros Ka-27/Ка-29.
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A bordo del navío se llevan a cabo ahora los ensayos de un nuevo grupo embarcado que incluye cazas MiG-29K y helicópteros Ka-52K.