Una de las medidas para superar esta dependencia, continuó, es un sistema para promover emprendimientos privados.
El proyecto se inició el año pasado con una incubadora de empresas, una plataforma o guía de negocios "y hoy día estamos hablando de cerca de 65 empresas establecidas", dijo el alcalde.
Tarija es la capital del departamento homónimo, próspero porque vende el 70 por ciento de los hidrocarburos bolivianos.
"La dependencia es enorme, entonces hemos creado toda una serie de emprendedurismos en función de la activación de nuevos empresarios", destacó el funcionario.
"Es un buen negocio ser seguros para captar inversión, para captar servicios" y de hecho hay "varias empresas que están empezando a instalarse en nuestra ciudad en función de esos servicios", dijo Pereira Paz.
El alcalde participa en Quito de la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre vivienda y desarrollo urbano sostenible, que concluirá este viernes.
"Una vez le preguntaba a un profesor de Ginebra, donde trabajé tres años, cuáles eran los recursos de los suizos; aparte del federalismo, me dijo, agua y cerebros y con eso es suficiente", comentó.
"Hay que tener claro el ciclo: ciudadanía es igual a bien público, que es igual a cohesión social en las decisiones y que va de la mano de un municipio o Estado razonable", advirtió.
Según el funcionario local, una de las mayores batallas se relaciona con modificar los hábitos culturales y las tradiciones, así como promover la toma de decisiones basada en el conocimiento y la información.
"Tú, como gestor público, si sabes que el agua es prioridad, no puedes tomar otra decisión que no sea resolver el problema del agua, por mucho que te cueste postergar otras cosas", agregó.
Tarija se encuentra en la provincia de Cercado, también es su capital, y tiene 250.000 habitantes.
Además del petróleo y del gas, se destaca la industria vinícola, que mueve alrededor de 120 millones de dólares anuales en el departamento de Tarija.