Es por eso que, siguiendo la ley de "un enemigo inhabilitado es mejor que un enemigo por combatir", los ingenieros rusos desarrollan armas capaces de, literalmente, desactivar las tecnologías bélicas del enemigo a miles de kilómetros de distancia.
Se trata de los sistemas conocidos como Murmansk-BN, capaces de interceptar las señales del enemigo, así como suprimirlas a través de bandas de onda corta a una distancia de hasta 5000 kilómetros. Según indica la nota del medio militar Zvezda, en las condiciones de guerra actuales, sería cuestión de minutos eliminar, por ejemplo, un buque de guerra después de haber deshabilitado sus sistemas de rastreo, geolocalización y comunicación.
"La peculiaridad de estos complejos radica no sólo en el hecho de que los militares puedan escanear e inhabilitar las ondas usadas por el enemigo, sino también en la distancia en la que estos puedan trabajar", dijo el analista militar Alex Leonkov, en una entrevista a Zvezda.
PHOTO: Electronic Warfare system «Murmansk-BN» seen during ongoing drills in Russia's Far East pic.twitter.com/vBoyiA1mIW
— Missilito (@Missilito) 19 de agosto de 2016
El especialista indicó que Murmansk-BN, a pesar de sus sorprendentes posibilidades, es sólo el primer elemento de toda una serie de sistemas de lucha radioelectrónica, diseñados y construidos de acuerdo con los actuales requerimientos de alto rendimiento. Esto significaría que durante un conflicto, las unidades que rondan las fronteras rusas, con una alta probabilidad podrían llegar a ser 'presa' para los sistemas de defensa rusos, culmina la nota.
Lea más: Rusia desarrolla medios de lucha radioelectrónica contra drones