"Gran parte de las pérdidas se registran en países en desarrollo y las causas son cualquier cosa menos voluntarias", explica el artículo.
Entre las razones más comunes se encuentran la falta de preparación de los productores, la falta de tecnología e infraestructura y la ausencia de herramientas para asegurar la conservación de los alimentos durante las distintas etapas de producción.
No es casualidad que algunos de los países con mayor número de personas desnutridas tengan también altos porcentajes de pérdidas alimentarias, explica el artículo.
Sin embargo, la solución es más sencilla de lo que parece. En Bangladés, el uso de los contenedores de plástico ha permitido salvar un 85% de la producción de tomates que antes se perdía; en Burundi, "la introducción de unos secaderos elevados con madera y alambre protegidos de la lluvia", permitió que los pescadores dejaran de perder a los peces capturados por culpa de otros animales o de la suciedad; en Kenia, la deshidratación del mango ha permitido salvar cientos de miles de toneladas de mango que antes se perdían. Además, el sector del mango seco es uno de los que está experimentando un mayor crecimiento en el país africano.
"Para que decenas de miles de agricultores y pescadores no se queden sin el fruto de su trabajo, ni el sustento para comer, basta con cosas mucho más simples. Pequeñas inversiones, cierta formación", que podrían ayudar a luchar contra la desnutrición en todo el mundo, dice para concluir el artículo.