"Hemos fijado 20 años, que es un plazo largo. Pero me pregunto: ¿No puede ser que dentro de cuatro, cinco o seis años, de repente Brasil crezca y aumente la recaudación y se pueda modificar? Puede ser", dijo en una entrevista con Globonews.
La actual propuesta prevé congelar el gasto público durante los próximos 20 años al vincularlos al crecimiento de la inflación, lo que ha desencadenado fuertes críticas de la oposición y de movimientos sociales de izquierda, que lo ven como una amenaza a la sanidad y la educación.
En defensa de la PEC 241 Temer dijo que el techo no es individual, sino global. "No es un techo para la educación, un techo para la sanidad, un techo para la cultura, un techo para la justicia", aseveró, remarcando que si se gasta menos en un área el gobierno puede aumentar los gastos en otra.
La propuesta, aprobada en una primera votación por una amplia mayoría, tendrá que pasar por una segunda votación en la Cámara de Diputados, probablemente la última semana de octubre, y luego pasará a ser analizada por el Senado.
La PEC 241 es el buque insignia de la política de austeridad del gobierno de Temer y el primer paso para aprobar otras medidas económicas de fuerte calado, como la reforma laboral y la de pensiones.