Una vez esta suposición sea probada, se convertirá en una gran sorpresa para muchos, puesto que los científicos han considerado hasta ahora que la corteza continental es demasiado flotante para sumergirse bajo el manto, la capa mediana plegable sobre la que se mueve la corteza.
El misterio sobre la corteza desparecida surgió cuando Rowley y sus colegas examinaron una colisión lenta que se realiza entre las placas tectónicas india y euroasiática, que ya dura desde hace 60 millones años, formando el Himalaya. Los científicos han compilado muchas fuentes de datos para saber el tamaño original de las dos placas antes de que empezaran a colisionar.
Los resultados demostraron que hay un desequilibrio extraño. Incluso después de dar cuenta de los pedazos de corteza que se elevaron formando Himalaya, los excesos que exprimieron los márgenes formando el Sudeste Asiático y la corteza que erosionó hace 60 millones de años y acabó en los océanos, Rowley y sus colegas no pudieron explicar adónde se fue la mitad de la masa original de India y Eurasia. Pero luego ellos elaboraron una teoría sin precedentes.
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"Si contamos todas las soluciones en la superficie, resulta que la masa restante fue reciclada completamente en el manto", dijo uno de los científicos Miquela Ingalls.
El nuevo estudio explicaría uno de los grandes enigmas geoquímicas. Por ejemplo, las erupciones volcánicas a veces 'escupen' elementos como uranio y plomo, que no son comunes en el manto. Sin embargo, estos elementos a menudo forman parte de las cortezas continentales.
Si esto se aplica a la colisión indo-euroasiática, la teoría puede explicar cómo estos materiales se reciclan en el manto y aparecen en erupciones, dijo Rowley. El experto señaló que el estudio confirma que los procesos en el sistema indo-asiático están en desarrollo.