Se trata de la bacteria encontrada en 2002 a 2,8 kilómetros de profundidad de una mina surafricana. Por si fuera poco, la capa acuífera en donde vive data de la época del eón Arcaico, o sea 2,7 mil millones de años. Todo esto ha permitido al equipo de científicos del Instituto de Ciencias Cósmicas de Blue Marble, bajo el mando del astrobiólogo Dimitra Atri, sospechar que se trata de una forma de vida que llegó a la Tierra desde el espacio y sobrevivió gracias a la radiación, indica la revista Journal of the Royal Society Interface.
En el espacio, este tipo de radiación es producida durante las explosiones estelares, conocidas como supernovas. Las formas de vida terrestres están protegidas de este tipo de radiación espacial gracias a la magnetosfera y la atmósfera que cubre el planeta. Pero en cuerpos cósmicos con menor actividad magnética y menor densidad atmosférica la radiación galáctica podría tener efectos directos en la evolución de la vida.
La energía que proporcionan es suficiente para la existencia de organismos como Desulforudis audaxviator. Es por eso que la vida podría provenir de otros planetas, opina Dimitra Atri, destacando a Marte como primer candidato.
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