Esta situación se ve fomentada por el ambiente que crean las autoridades de los países comunitarios, en particular, prohibiendo el burkini, bañador islámico que cubre la mayor parte del cuerpo.
"Es una medida claramente islamófoba, es una manera de estigmatizar y discriminar a una parte muy importante de la población", dijo Ramia, al indicar que en muchos casos este tipo de decisiones tiene "claros fines políticos, como para contentar a la extrema derecha que está presionando cada vez más".
Lo único que hacen estas medidas es "entorpecer la cuestión social de los musulmanes y la integración de los mismos" y "provocar más crispación y más malestar social", señaló.
Ramia rechaza las acusaciones de que los musulmanes buscan imponer su forma de vida en la Unión Europea.
"No tratamos de imponer nada, solo estamos pidiendo respeto", sostuvo la joven musulmana. "Que un país pueda ser laico no quiere decir que las personas tengamos que ser laicas", subrayó. "Aceptamos las diferencias, aceptamos convivir con judíos, con cristianos, con ateos y no pasa nada", agregó.
Asimismo, se muestra crítica con los que asocian a todos los musulmanes con los autores de los últimos atentados en ciudades europeas.
"Los musulmanes siempre nos hemos pronunciado en contra de estos actos terroristas, hemos expresado nuestro rechazo", en particular, a través de "comunicados y las redes sociales", apuntó.
"Nunca puedo estar de acuerdo con unos asesinos", afirmó.
Respecto a la situación de los musulmanes en España, Ramia dijo que, aunque allí "la islamofobia ha aumentado exponencialmente", los políticos "han tratado de ser un poquito más cuidadosos" con los representantes de la comunidad.
"Aquí el ambiente no es tan hostil como en Francia", sostuvo.
