"El endurecimiento de la política monetaria y fiscal, así como la batalla en el sector de petróleo, nos llevan a recortar el estimado de crecimiento para 2017 a 2,2% desde 2,6%, todavía sin contabilizar el riesgo a la baja por las elecciones en EEUU", indica el informe mensual de octubre de JP Morgan.
Por su parte, Fitch Ratings recortó sus pronósticos de crecimiento para la economía mexicana, de un 2,4% anterior a un nuevo 2,0% en este 2016, y de 2,8 bajó a 2,6% en 2017, dijo la calificadora internacional de riesgo financiero en un comunicado.
Las perspectivas de una moderada recuperación en 2017 y 2018, están relacionadas con alzas esperadas en los precios del petróleo, una cotización competitiva del peso mexicano con respecto al dólar estadounidense y un impulso en la inversión gracias a las reformas estructurales en marcha.
Del lado negativo está el derrumbe de la producción petrolera —abajo de los 2 millones de barriles diarios, un retroceso a niveles de los años 1980—, una mayor volatilidad financiera internacional y un menor rendimiento del sector industrial en EEUU, al cual está conectada la economía mexicana.
Finalmente, la calificadora de riesgos considera que esta proyección podría ser más afectada por una eventual "estrategia más proteccionista" en el comercio bilateral después de las elecciones en EEUU, donde el tema ha sido la bandera del conservador Donald Trump.