Anteriormente se informó de cinco fallecidos.
Cinco personas, entre ellos un bombero que participó en la operación de rescate, se dan por desaparecidas en las ciudades de Busan, Ulsan y la isla de Jeju, según agencia Yonhap.
El tifón va acompañado de lluvias torrenciales y fuertes vientos.
Los meteorólogos alertan además del peligro de deslizamientos y fuertes oleajes.
Unos 5.500 militares surcoreanos participan en operaciones para paliar las consecuencias del tifón que causó daños estimados en 71,7 millones de dólares.