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Un obispo y un maltratador, favoritos para la alcaldía de Río de Janeiro

© Sputnik / Sergei Subbotin / Acceder al contenido multimediaRío de Janeiro, Brasil
Río de Janeiro, Brasil - Sputnik Mundo
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RÍO DE JANEIRO (Sputnik) — El próximo alcalde de Río de Janeiro probablemente será el exobispo de la Iglesia Universal Marcelo Crivella (Partido Republicano de Brasil), aunque en segundo lugar Pedro Paulo (Partido del Movimiento Democrático de Brasil, PMDB), que hace unos meses admitió públicamente haber golpeado a su exmujer.

La primera vuelta de las elecciones municipales de Brasil se celebra el 27 de septiembre y Crivella parte como máximo favorito para relevar a Eduardo Paes (PMDB), que no se puede presentar a la reelección porque ya acumula ocho años de mandato y que pasará a la historia por ser el alcalde de los Juegos Olímpicos.

​Crivella tiene el 29% de intención de voto y cuenta con un fuerte apoyo de las clases más populares del suburbio y las favelas, donde las iglesias evangélicas tienen fuerte penetración y mucha influencia social.

Crivella es sobrino del obispo Edir Macedo, fundador de la Iglesia Universal del Reino de Dios y empresario de éxito propietario del canal de televisión Record, de cuño religioso y uno de los más importantes de Brasil.

De ideología conservadora, Crivella intenta moderar su discurso durante la campaña electoral y asegura que en caso de ser alcalde gobernará para todos, pero sus rivales temen que una vez en el poder imponga una política moralista basada en sus creencias religiosas.

Crivella fue ministro de Pesca durante el primer Gobierno de Dilma Rousseff pero a pesar de ello votó a favor de su "impeachment", lo que sus adversarios califican como un gesto de traición y oportunismo político.

Lea también: El alma del "impeachment" a Rousseff es un golpe de Estado

En cualquier caso este exobispo, que pasó diez años en África predicando, cuenta con la ventaja de contar con el apoyo de figuras muy populares, como el senador y exfutbolista Romario (Partido Socialista de Brasil), que en un principio también iba a presentarse a las elecciones pero desistió de su candidatura.

El segundo clasificado en la encuesta de Datafolha es Pedro Paulo (PMDB), que tiene el 11% de intención de voto.

​En calidad de secretario ejecutivo del actual Ayuntamiento Pedro Paulo fue la mano derecha de Paes en los preparativos olímpicos y fue elegido como su sucesor.

Sin embargo, cuenta con el hándicap de no ser muy conocido por el grueso de la población y sobre todo con el escándalo de los malos tratos a su exmujer Alexandra Marcondes, que fueron desvelados en octubre del año pasado y desde entonces le persigue de forma constante.

La prensa local desveló que Pedro Paulo maltrató a su mujer en 2010 y el entonces precandidato apareció públicamente admitiendo el episodio y pidiendo perdón diciendo que fue un hecho aislado, pero poco después salió a la luz otra pelea, del año 2008.

Pedro Paulo quiso zanjar el asunto dando una rueda de prensa conjunta con su exmujer, que prácticamente le exculpó asegurando que fue ella quien inició la riña, pero la estrategia sirvió de poco: desde entonces grupos feministas organizan constantemente manifestaciones contra él y los otros candidatos le recuerdan el caso en los debates televisivos.

Tras Pedro Paulo aparece Marcelo Freixo, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), con un 10% de intención de voto, aunque hasta hace pocos días era él quien estaba en segundo lugar en las encuestas.

​Freixo perteneció al Partido de los Trabajadores (PT), pero al desencantarse con el viraje a la derecha de esta formación se unió al PSOL, que ahora representa en Brasil a una nueva izquierda que tiene éxito sobre todo entre universitarios y jóvenes de clase media.

Freixo no es el único representante de la izquierda; la siguiente en las encuestas suele ser Jandira Feghali, del Partido Comunista de Brasil (PCdB), la candidata que oficialmente apoyan los expresidentes Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva.

​Feghali, que también es diputada en el Congreso Nacional, fue una de las voces más firmes contra el "impeachment" de la presidenta, pero ahora muchos lamentan que con su candidatura a la alcaldía se divide el voto de la izquierda y debilita las posibilidades de Freixo.

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