El título universitario de Sendic se convirtió en un tema nacional al punto que el abogado penalista Gustavo Salle presentó una denuncia penal.
Según el artículo 167 del Código Penal, quien "se abrogare títulos académicos o ejerciere profesiones para cuyo desempeño se requiere una habilitación especial, será castigado con 20 unidades reajustables (unidad monetaria establecida por el Gobierno cuyo valor a setiembre de 2016 ronda los 32 dólares) a 900".
La prensa local divulgó informaciones en las que Sendic se adjudicaba el título de licenciado en Genética, al tiempo que el diario El Observador publicó un audio donde el vicepresidente admite no tener el título universitario.
"Yo lo que hice fue una preparación para la docencia genética, que era un curso rápido. Nunca ejercí ni como licenciado ni investigador en genética, más que en un equipo en La Habana que trabajaba en investigaciones genéticas relacionados a los cromosomas sexuales", dijo Sendic a El Observador.
Luego de que la noticia trascendiera y se convirtiera en un debate nacional, que llevó a que la oposición pidiera la renuncia del vicepresidente, el oficialista Frente Amplio respaldó al jerarca.
"Nunca me arrogué lo que no soy", dijo Sendic en conferencia de prensa tras hablar ante la dirección del Frente Amplio y afirmó que cursó "una licenciatura en genética que era válida para aquel proceso de instalación que tuvo un plan de desarrollo genético", consignó la prensa.
El vicepresidente explicó que durante el exilio familiar en Cuba estudió cinco años de Medicina, —donde obtuvo medallas de oro por sus resultados académicos-, que sí revalidó en Uruguay, pero luego hizo un curso para ejercer la docencia en Genética.
Según Sendic, esta última no fue oficializada tras su retorno al país, porque no estaba en sus planes desempeñarse en esa función, y que por esa razón no tuvo en cuenta esos papeles.
Hasta el momento no se han conocido los documentos emitidos en la Universidad de La Habana que acrediten a Sendic como licenciado en Genética.
El vicepresidente de Uruguay ha sido objeto de acusaciones e investigaciones tanto por la sospecha de la existencia de su título universitario como por la gestión que llevó en la estatal Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (2008-2009 y 2010-2013) lo que para el oficialismo es una "feroz campaña de mentira y difamación".