En un primer momento el Gobierno turco "acordó recibirlo (…) Sin embargo, cuando se supo que había comenzado una huelga de hambre, Turquía dio marcha atrás y le negó el ingreso", señala un artículo del semanario que cita fuentes de la cancillería uruguaya.
Deyab anunció por un mensaje en Facebook a un amigo que estaba en huelga de hambre el 17 de agosto, mientras permanecía detenido en Venezuela y supo que ese país y Uruguay negociaban su deportación a territorio uruguayo.
Ni Deyab, un sirio de 45 años que llegó a Uruguay en diciembre de 2014 junto a otros cinco liberados de la prisión militar estadounidense, ni el nexo designado por el Gobierno para tratar con los seis liberados, Christian Mirza, habrían estado al tanto del avance de esa gestión con Turquía, según las fuentes de cancillería citadas por Búsqueda.
Un allegado de Deyab dijo a Sputnik que el hombre leyó el artículo y que seguramente el grupo de apoyo que lo rodea discutirá esta afirmación atribuida a la cancillería.
Mientras, el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, dijo desde Nueva York que su Gobierno no puede hacer más de lo que está haciendo y que ha realizado numerosas gestiones con países de Medio Oriente.
"Golpeamos todas las puertas, pero no está en las manos del Gobierno", dijo el mandatario uruguayo.
Las gestiones uruguayas incluyeron a varios países de Medio Oriente y se han ampliado inclusive a países de Europa y Asia que tienen grandes comunidades musulmanas.
El miércoles 14 cayó en coma entre el mediodía y la noche y ha sido ingresado dos veces a distintos hospitales.
El hombre pasó más de 12 años preso en Guantánamo, un centro de reclusión para sospechosos de terrorismo, pero jamás le formularon cargos; cuando EEUU lo puso en libertad, añadió que no tenía ninguna prueba de Deyab hubiera incurrido en actividades contra ese país.