Así, el acuerdo prevé que Israel debe gastar la totalidad de los fondos en adquirir equipamiento militar estadounidense. Esto permite a Washington quedarse no sólo con el dinero, sino también con los puestos de trabajo requeridos para la fabricación del armamento que será comprado por Tel Aviv.
En este sentido, el analista internacional Adnan Ezzedine entiende que Israel al final “no paga nada”, sólo es “un almacén de armas para atacar, y demostrar y defender los intereses de EEUU que son en sí los intereses de Israel”.
Adnan Ezzedine afirma que “EEUU no pone condiciones a Israel, sino que es al revés”. Y es que “EEUU se está retirando de la región pero deja un arsenal en manos de Israel para atacar ‘a todo Dios’, financiando a terroristas, bombardeando en Siria, y dándole un papel decisivo a Tel Aviv, para lo cual tiene que armarla, abrir los almacenes de armas y financiar estas operaciones”.
“Israel es para EEUU como el hijo mimado al que tiene que sufragarle sus gastos, aceptar todo su terrorismo”, concluye el experto.