El 9 de septiembre salió a la gran pantalla una película titulada 'Smolensk', dirigida por el cineasta polaco Antoni Krauze. Unos días antes fue organizado un preestreno al que acudieron los miembros del partido gobernante PiS (Ley y Justicia, por sus siglas en polaco) y las familias de las víctimas del accidente aéreo del 10 de abril de 2010.
Jan Hartman, filósofo y publicista polaco, quien llama a boicotear la nueva película, compartió con Sputnik cómo las autoridades polacas utilizan la tragedia de Smolensk a sus intereses políticos.
Según Hartman, "nadie intenta argumentar que la película quiere convencer al público de que la tragedia de Smolensk no fue un accidente sino un atentado". De esta manera, añadió, 'Smolensk' se encaja bien en la "trágica campaña de la calumnia", iniciada por el PiS inmediatamente después de la catástrofe.
"Es una mentira absoluta y paranoide que sirve para imponer al público la idea de que fue un atentado organizado por los rusos en connivencia con la Plataforma Cívico (partido opositor de Polonia) y el exprimer ministro, Donald Tusk", detalló el publicista.
A juicio de Hartman, el PiS se esfuerza mucho para crear una leyenda sobre una catástrofe política, la cual culminó en un atentado. Asimismo, los funcionarios gobernantes se califican a sí mismos de "los herederos y sucesores de una Polonia mítica, que lucha por la libertad y la independencia contra sus enemigos históricos".
"Lo más repugnante es que las víctimas de la tragedia de Smolensk se utilizan para esa manipulación política, esa mentira política, algo que deshonra su memoria", expuso.
El publicista enfatizó que "la máquina de propaganda del Gobierno actual está funcionando a toda velocidad". La película es necesaria para las autoridades para "crear nuevas generaciones de votantes fieles". Además, según el experto, es poco probable que la situación se altere antes de que se produzca un cambio de poder.
"Los polacos no somos capaces de hacer nada contra esta campaña, pero ha llegado el momento de protestar. Esto es por lo que he llamado a boicotear la película", concluyó Hartman.