Merced a una planificación envidiable, las 116 excavadoras lograron demoler la construcción, que fue erigida hace 24 años, en apenas cuatro horas. El puente fue destruido para dejar espacio a la nueva línea de metro de la ciudad.
El tráfico en la región casi no se vio afectado y, a primera hora de la mañana, la circulación de vehículos por la zona ya había sido restablecida. No se registraron embotellamientos.