Según los expertos, a largo plazo el volumen de comercio a través de la nueva plataforma puede aumentar a decenas de miles de millones de rublos al año.
El economista Antón Shabónov afirmó que la idea de Alrosa es muy atractiva ya que este mercado no está limitado en términos de volumen, especialmente en China. Pekín ya compra las gemas al Oriente Próximo, donde hay una bolsa de diamantes.
"Cuando Rusia entre en este mercado con su nueva plataforma esto conducirá a guerras comerciales y económicas porque los mayores actores de la región, por supuesto, van a luchar por mantener a sus clientes en la bolsa de diamantes", dijo Shabánov a Sputnik.
El economista explicó que la compañía rusa ha tomado esta decisión porque entiende que el mercado de Oriente Próximo no es estable y de que Moscú puede ofrecer a China una manera de sacar provecho de una plataforma que está más cerca, más completa y accesible. Es muy probable que China quiera ahorrar dinero y hacer comercio con Rusia en vez de buscar diamantes en sitios distantes.
Shabánov señaló que, aunque Alrosa es uno de los principales actores en el mercado de diamantes, China no ha establecido contactos permanentes con la empresa rusa y compra diamantes de muchos países. Sin embargo, existe la posibilidad de que el país asiático elija un proveedor principal que tenga condiciones más favorables debido al gran volumen de ventas.
Este producto está en demanda, ya que no solo es la industria de la joyería la que compra toneladas de diamantes, sino también las empresas de alta tecnología. Por ejemplo, se necesitan diamantes para producir los láseres.
Tanto la industria del láser, como otras tecnologías, se están desarrollando rápidamente, por lo que el mercado está creciendo, dijo Shabánov. Recientemente, Alrosa anunció que abrirá una sucursal en Vladivostok, cerca de la frontera con China. Su principal objetivo es incrementar las ventas en Asia y el Pacífico y mejorar la cooperación con las empresas de la región.
Según la empresa, se ofrecieron a la venta un total de 19 diamantes con un peso total de 1.098 quilates. El diamante más grande tenía un peso de 401,9 quilates. Al mismo tiempo, hubo una subasta de 28 diamantes trabajados. Esta es la primera vez que Vladivostok acoge un evento comercial de esta magnitud. En el futuro, se planea abrir un centro euroasiático de diamantes en esta ciudad portuaria rusa. Según la compañía, el nuevo centro debería empezar a funcionar en 2017.