Son datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE en sus siglas en portugués), que destaca que en total, en Brasil los incendios aumentaron un 81% en comparación con la media histórica.
El caso es especialmente grave en la Amazonía, como critica la ONG Greenpeace, que en su última campaña para defender esta selva tropical ha publicado varias fotos aéreas de incendios registrados en los estados de Amazonas, Acre, Rondônia, Mato Grosso y Pará.
Para la responsable de la campaña de selvas de Greenpeace, Cristiana Mazetti, el panorama se debe a la aprobación del Código Forestal de 2012, que amnistió a todos los que deforestaron hasta 2008, creando un clima de impunidad.
Además, Greenpeace también critica el compromiso adquirido por el anterior Gobierno de Dilma Rousseff de acabar totalmente con la deforestación en el año 2030, en el marco de la lucha contra el cambio climático.
"Todo eso mandó una luz verde para quien está deforestando en el campo", dijo Mazetti en declaraciones a G1, remarcando que la escasa ambición de las políticas públicas da alas a quienes acaban con la Amazonía.