"Hemos propuesto a los países de la Alianza continuar en Moscú —por ejemplo, en este mes de septiembre- el intercambio de opiniones sobre la situación militar y política en Europa a la luz de las decisiones tomadas por la OTAN en su cumbre de Varsovia", dijo Antónov en una entrevista con Nezavisimaya Gazeta.
Para el viceministro, "es especialmente importante que, pese a las discrepancias, hayamos manifestado la disposición para un diálogo constructivo sobre los temas de mutuo interés".
El vicetitular de Defensa afirmó que "a Rusia le interesa someter a una revisión no politizada los programas militares que habían funcionado en el marco del Consejo Rusia-OTAN, por si pueden retomarse, e intercambiar información y evaluaciones de las amenazas terroristas actuales en Europa, en particular para hacer frente a Daesh", grupo designado terrorista por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Tras la reincorporación de Crimea a Rusia y la crisis en el este de Ucrania, la OTAN suspendió toda cooperación civil y militar con Moscú aunque al mismo tiempo decidió preservar los canales del diálogo político, la comunicación militar, así como continuar al nivel de embajadores o inferior la labor del Consejo OTAN-Rusia, un foro de consultas bilaterales establecido en 2002.
Así, la OTAN decidió emplazar cuatro batallones multinacionales, de 600 a 1.000 militares cada uno, en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia en el marco de su política de contención frente a Rusia.
Paralelamente, la Alianza sigue adelante con el emplazamiento de armas antimisiles estadounidenses en Europa.