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Un día después del paso del huracán Trump por México

© REUTERS / Dominick Reuter Donald Trump, candidato a la presidencia de EEUU
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CIUDAD DE MÉXICO (Sputnik) — Un día después del paso de Donald Trump por México, el ambiente parece gris, el ánimo de los comentaristas es ácido, las redes sociales van del sarcasmo a la indignación, y desde la oficina de la Presidencia las operaciones de control de daños alimentan ese clima.

El golpe rotundo al ánimo nacional fue asestado por el candidato republicano a la Casa Blanca, pocas horas después de marcharse de México, la noche del miércoles en Arizona. 

Primero, por la mañana del jueves, salió el portavoz de la Presidencia de México a calificar el conocido proyecto de construir un muro en los 3.200 km de frontera como "una barbaridad".

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Trump–Peña Nieto: el muro y las lamentaciones

"La propuesta de construcción del muro y creer que México podría y querría pagar por ello es una barbaridad; la postura es un no rotundo", dijo Eduardo Sánchez portavoz presidencial.

Donald Trump se había burlado de los mexicanos pocas horas después de recibir el trato de jefe de Estado, en un discurso en Anaheim, Arizona, principal acto de su agenda del mismo día de la reunión con Peña Nieto.

La frase burlona hirió la conciencia nacional mexicana, tan sensible ante EEUU por episodios de la histórica vecindad: "Los mexicanos pagarán 100 por ciento por un alto y hermoso muro, pero ellos todavía no lo saben", se reía Trump.

La expresión hizo estallar el júbilo de sus seguidores de mayoría blanca, donde vive un alto porcentaje de población hispana, en el más agresivo discurso antiinmigrantes de toda la campaña de un Trump sonriente y triunfal.

A última hora de la noche, el mandatario salió a responder en una entrevista exclusiva a Televisa, desde la residencia presidencial, aún vestido de traje a esa hora: "Algunos de los posicionamiento que él ha hecho sí son una amenaza para México", dijo al noticiario nocturno "10 en Punto".

La batalla en Twitter

Trump volvió a la carga este jueves y colocó otra frase breve y lacerante: "México pagará el muro", sentenció el agresivo magnate en su cuenta oficial de Twitter.

Por la misma ruta, Peña Nieto reviró: "Repito lo que le dije personalmente, Sr. Trump: México jamás pagaría por un muro".

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Trump promete que México va a pagar por el muro en la frontera con EEUU

El presidente había dicho lo mismo horas después de la reunión con el candidato, para desmentir a Trump, que ante él a periodistas: "No hablamos de quien paga por el muro, eso será para una próxima vez".

La operación de control de daños contempló una poco usual columna de opinión, bajo la firma de Peña Nieto titulada con la pregunta que martilla la cabeza de los mexicanos "¿Para qué me reuní con Donald Trump?"

Escribió lo que no dijo en la conferencia de prensa: "En sus discursos de campaña, no nos ha tratado ni como socios, ni como aliados, a partir de una visión distorsionada de México y su gente", dice el teto cobijado por el centenario diario El Universal.

"Criminales y violadores", los ha llamado el líder conservador, y el miércoles por la noche presentó supuestos testimonios de esas agresiones su verbena popular.

Las cifras repetidas comenzaron a parecer superfluas, en un día en que hasta las nubes, las tormentas, los rayos y truenos hicieron fría y sombría la llegada del otoño sobre el centro de México.

Enrique Peña Nieto, presidente de México - Sputnik Mundo
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Peña Nieto olvidó decir en conferencia con Trump que México no pagaría el muro

"Diariamente circulan por la frontera más de un millón de personas y 400.000 vehículos, el comercio entre ambos países supera los 500.000 millones de dólares al año, la economía mexicana está íntimamente relacionada con la estadounidense". Todo eso ya lo había dicho en el discurso ante Trump.

"Si a los EEUU le va bien, a México le va bien. EEUU exporta más de 200.000 millones de dólares anuales a México y más de seis millones de empleos de estadounidenses dependen de esas exportaciones", el artículo fue un copiado y pegado del discurso.

Trump no respondió al ramillete de argumentos, solo dijo que el muro sería "hermoso, alto, levantado desde el subsuelo, con tecnología de punta". Un nuevo sueño aislacionista.

El artículo trató de sacudir y despeinar a Trump: "Desde los EEUU llegan ilegalmente armas y millones de dólares que fortalecen a las organizaciones criminales". Las mismas frases que recibió sonriente, pensando en su muro.

La estrategia fallida fue resumida en una portada del diario Milenio, con una frase del número dos del Gobierno, el encargado de la política Interior, Ángel Osorio, "Peña invitó a Trump para sensibilizarlo". Falló.

Un veredicto amargo

El excanciller Jorge G Castañeda, hombre de libros y profesor de la Universidad de Nueva York escribió este jueves: "El mero hecho de que Peña lo reciba, le dé la mano, aparezca en Los Pinos con él y que Trump lo llame su amigo, hará que lo poco que le queda de popularidad a Peña se desvanezca", indicó en una columna del diario Milenio, titulada "Peña con Trump y sin red".

Enrique Peña Nieto, presidente de México y  Donald Trump, candidato a la presidencia de EEUU - Sputnik Mundo
"Peña Nieto ayuda a Trump al recibirlo en México"

Leo Zuckerman, politólogo posgraduado en Oxford, abrió fuego con una batería de encuestas: "Peña es un presidente muy impopular y cada vez más débil. A dos años de dejar el Gobierno, se está muriendo de una hemorragia persistente (…).

"Algo tenía que hacer para cambiar el rumbo. Entre más audaz la acción, más podía darle la vuelta a la tendencia negativa para tratar de terminar lo mejor posible", escribió en otro periódico centenario: Excélsior. "Lo del muro —sentencia- fue, simplemente, un desastre (…) un esperpento".

El historiador Héctor Aguilar Camín, autor de decenas de novelas y ensayos, director de la influyente revista mensual Nexos fue lapidario: el mandatario "no tuvo el valor de decirle a Trump lo que él y los mexicanos pensamos, lo que nos hemos cansado de decir en México. Peña perdió una oportunidad de oro para hablar en nombre de su país y de su gente".

Roy Campos, presidente de Consulta Mitofsky, prefirió ofrecer datos: Peña Nieto tiene una aceptación de 29 por ciento, y las personas con mayor nivel educativo, mayores ingresos y jóvenes son las que lo reprueban en encuestas. Es la peor calificación de un presidente en 30 años de encuestas.

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