La construcción de esa planta atómica, la primera de Irán, fue iniciada en 1974 por el consorcio alemán Kraftwerk Union A.G. (Siemens/KWU), pero en 1980 la compañía rompió el contrato debido a la decisión del Gobierno alemán de apoyar el embargo de EEUU sobre el suministro de equipos a Irán.
En 1995, la empresa rusa Atomstroyexport asumió la construcción de la planta, su puesta en marcha tuvo lugar en agosto de 2010 bajo el control de la OIEA y con combustible nuclear importado desde Rusia y en septiembre de 2011 la planta se conectó a la red eléctrica iraní.
En noviembre de 2014, Rusia e Irán firmaron varios documentos que extendieron la cooperación entre los países en el ámbito energético e incluyeron, en particular, la construcción de dos nuevos reactores de la central nuclear Bushehr.
En agosto de 2016, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, dijo que los técnicos rusos construirán en Irán un total de ocho reactores nucleares.