La 'amenaza rusa' quita el sueño a los políticos estadounidenses

Después de los ataques cibernéticos a los sistemas electorales de Arizona e Illinois, el FBI emitió una advertencia a los empleados de las comisiones electorales de diferentes estados.

A pesar de que los servicios de seguridad, resguardando su imagen, aún no se comprometen a culpar a nadie deliberadamente, diferentes medios, como NBC News, no tardaron en señalar al presunto responsable.

Lo que no pueden permitirse los profesionales, se lo permiten los políticos. Tal es el caso de Adam Schiff, miembro de la Cámara de Representantes de EEUU. En una reciente entrevista a la propia NBC, el congresista no tardó mucho en encontrar quién está detrás de los ataques cibernéticos. Nada nuevo bajo el sol: el Gobierno ruso.

Según Schiff, Rusia no solo cuenta con la posibilidad de perpetrar estos ataques, sino que tiene la intención de intervenir en el proceso electoral del país norteamericano.

"Si los 'hackers' quisieran, podrían hacer imágenes de falsos documentos y sería muy difícil probar que los documentos han sido falsificados. Esto sería una verdaderamente maliciosa intervención, algo que no me deja dormir de noche".

Más allá de las acusaciones, esta historia ha despertado toda una polémica acerca de la seguridad del sistema electoral norteamericano. Una de las alternativas que se han escuchado al plan de prevención es la posibilidad de que los secretarios vuelvan a llenar los protocolos electorales en papel, en vez de emplear dispositivos digitales.