Para el profesor "no hay ninguna oportunidad" de que Rousseff consiga convencer a los senadores para que la devuelvan al poder y apunta que lo más probable es que se retire de la primera línea durante una larga temporada, ya que, al contrario que Lula, Rousseff no es un animal político.
"Está muy desmoralizada, será un golpe personal muy grande. Puede que el PT quiera transformarla en una mártir, pero pensando en un cálculo de supervivencia electoral será mejor no tocar ese tema", apunta De Almeida, que recuerda la dependencia que el partido tiene de Lula de cara a las elecciones presidenciales de 2018.
En cualquier caso, no hay otra opción: "No hay sustituto", avisa De Almeida, que remarca que el partido no ha sabido dar espacio a nuevas generaciones que renovaran el partido y surgieran como posibles presidenciables.
El analista considera que las cosas no serán fáciles para la izquierda, pero tampoco para el futuro Gobierno de Michel Temer (PMDB), cuya base de apoyo, formada principalmente por el PSDB, podría empezar a resquebrajarse en cuanto empiece a gobernar de verdad.
"El mercado y la opinión pública tienen unas expectativas de recuperación económica. Pero Temer se verá obligado a tomar medidas muy impopulares, que su base no necesariamente estará dispuesta a pagar. Puede que inviabilicen las reformas en el Congreso", aventura De Almeida.
Lea más: Rousseff defiende su inocencia en el Senado brasileño
Al margen de los equilibrios en busca de la gobernabilidad Temer también tendrá que hacer frente al avance de la Operación Lava Jato, que "continuará afectando al Gobierno", según el profesor, que recuerda que el actual presidente interino ya fue citado por uno de los implicados en la trama corrupta, que le acusó de recibir dinero sucio para una campaña electoral.