"No pueden verse como una amenaza (…) La OTAN conoce esta práctica y para Rusia, dadas sus dimensiones, es una de las soluciones óptimas para garantizar la capacidad combativa de las Fuerzas Armadas", dijo Grushkó a RIA Novosti.
Los comentarios de algunos funcionarios de la OTAN de que tales maniobras son un testimonio de la posición beligerante de Moscú constituyen, a juicio de Grushkó, "un argumento más para justificar sus propios preparativos militares".
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, anunció el 25 de agosto una inspección sorpresa en tres distritos militares, así como en las fuerzas navales, aeroespaciales y aerotransportadas del país.
La inspección, que se prolongará hasta el 31 de agosto, es la más amplia de los últimos año y medio.