Se calcula que entre 5.400 y 6.500 personas fueron secuestradas y torturadas en los centros clandestinos La Perla y la Rivera desde 1975 a 1978.
"A esos centros, ellos [los represores] los llamaban 'lugar de reunión de detenidos', una falacia total. Eran campos de concentración", dijo Chabrol.
A él lo detuvieron en democracia, el 18 de marzo de 1975. "Como todos los que fuimos secuestrados, fui torturado. A partir del 24 de marzo de 1976, la Unidad Penitenciaria número 1, que está a diez cuadras del centro de Córdoba, se convirtió en un infierno. Mataron a 30 compañeros. Empezaron a fusilarnos. A algunos los estaqueaban en los patios y los dejaban ahí en pleno invierno", recordó Chabrol, quien estuvo casi ocho años preso. Al salir de la cárcel, trabajó en el Servicio Paz y Justicia de Adolfo Pérez Esquivel y junto a la abogada María Elba Martínez, con quien preparó juicios anteriores y el que se resuelve este 25 de agosto.
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"Estoy orgulloso de que en Argentina sucedan estos juicios sin tribunales especiales. Aquí se juzga a los genocidas con todas las garantías de la ley en tribunales comunes como a cualquier criminal. Eso es importante. Es un ejemplo para el mundo", dijo Chabrol, quien desde hace 31 años acompaña y trabaja junto a las Abuelas de la Plaza de Mayo.
Sobre la consumación del juicio por el que los argentinos tuvieron que esperar más de 40 años, agregó: "Esto es fruto del trabajo de mucha gente, de nuestros padres y abuelos, abogados y abogadas que se jugaron la vida para llegar a esto y pusieron valentía y coraje y mucho conocimiento del derecho".